El Encubrimiento De Los Ocultos y la Búsqueda de Teo — Parte 4


Bassín Nadir Mahmoud, un joven islámico de 15 años, experimentó una visión psíquica mientras cenaba con su familia. Vio cómo secuestraban a Teo Aukan N’Guillán, un joven mapuche, en una escena vívida y surrealista, como si lo presenciara a través de los ojos de Teo.

Teo había salido del colegio el día 21 de Marzo para volver a su casa. La conexión psíquica de Bassim comenzó al ver el noticiero con su padre. En una conferencia de prensa, vio al oficial José Enrique Funes, quien investigaba el caso junto al fiscal Waldo Renato Martinez encargado de la causa de los “Niños adolescentes desaparecidos” desde los primeros casi cuatro meses del 2023.

Bassim se levantó de la mesa de forma súbita, sujetándose la cabeza mientras imágenes pasaban por su mente como la secuencia rápida de un fotograma de una película. Al mismo tiempo, lo perturbaban voces y susurros de las escenas que veía dentro de su mente. Los rostros de los secuestradores se distorsionaban en formas inhumanas, y los sonidos de cadenas y gritos resonaban en sus oídos.

Salió llorando hacia su habitación y se postró en el suelo, comenzando a rezar a su dios Alá: —“Azizi Allah, a’lamu jayidan ma yahduthu lilshab Teo, lakinni la astati’u fahma mashiyatuka. Qul li, kayfa yumkinuni musaa’adatu al-shab al-Mabuchi? Kayfa yumkinuni musaa’adatuhu fi aleathur ealaa ‘aeilatihi, wa alawda ‘iilaa ‘amih Kimei? Ma hadhihi al-aswat? Ma hadhihi al-ru’aa min ‘ilahi? Kayfa yumkinuni ‘iikhbar walidi bialhaqiqa? Saeidni ‘alaa alfahm. Ya Allah, saeidni ‘alaa alfahm”.

Esto, traducido al español, significa: — “Querido Alá, sé bien lo que le está pasando al joven Teo, pero no puedo entender tu voluntad. Decime, ¿Cómo puedo ayudar al joven Teo? ,¿Cómo puedo ayudarlo a encontrar a su familia y volver a su tío Quimey?, ¿Qué son estos sonidos?¿Qué son estas visiones, mi dios?, ¿Cómo puedo decirle la verdad a mi padre?, ¡Ayúdame a entender! ¡Alá, ayúdame a entender!”.

Al ver esto, la madre de Bassim, Fatima Hikma Mahmud, le dijo a su esposo que fuera a ver a su hijo y lo ayudara. Al verlo en el piso, nervioso y llorando desconsoladamente, se acercó y le dijo de manera calmada y comprensiva, ayudando al muchacho a sentarse en la cama: —Bassim, ibiní, ¿qué te sucede? Dime, soy tu Babá. ¿Tuviste esas pesadillas lúcidas de nuevo?

Sí, Babá, vi cómo secuestraban al niño mapuche Teo, que tiene mi misma edad. Fue horrible —dijo Bassim, con su voz temblando.—¿Fue una visión, ibnī? —preguntó Yajir con calma, sus ojos reflejando la preocupación.

Sí, parecía yo estar allí. Yo veía a través de sus ojos. Un grupo de sujetos con caras sombrías y ojos brillantes le inyectaron algo a la fuerza mientras lo sujetaban. Quiso resistirse, pero no pudo porque lo drogaron y se lo llevaron en una camioneta tipo Van de vidrios polarizados.

Justo frente a la estación de trenes de Constitución, el aire se llenó de un silbido agudo y el cielo se oscureció por un instante —respondió Bassim, su mente aún turbada por la imagen.

Luego de la charla, Yajir y Bassim decidieron ir juntos a la comisaría metropolitana para informar lo que Bassim había visto. — Tenemos que contarles todo, Babá. Quizás podamos ayudar a encontrarlo —dijo Bassim mientras caminaban hacia la comisaría.

Al llegar, se presentaron al oficial Virgilio Ocampo, quien habló a solas con Bassim. Luego, el joven, junto a su padre, fueron a ver al investigador Enrique José Funes, encargado del caso de Teo.

Oficial, somos Yajir Hakim Mahmud y mi hijo Bassim. Necesitamos hablar con usted sobre Teo Aukan N’Guillán — dijo Yajir con firmeza.

Por supuesto, vengan a mi despacho. Cuéntenme todo lo que saben — respondió Funes, guiándolos hacia su oficina.

Yajir, sorprendido por las visiones de su hijo, se preguntaba si eran de Alá o de alguna otra fuente desconocida, tál vez malévola.

Esta situación añadía un nuevo y profundo nivel de complejidad a su relación con las habilidades de su hijo Bassim.

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