—Etherin Seraphim K4-L : “En una realidad paralela, el universo de Teo Aukan N’Guillán apenas es un eco distante. Toca la Red Etheralís, guerrero samurái Anthariano conmigo y siente la energía oscura que late entre las grietas del tiempo. Cada pulsación es un susurro de lo que fue y lo que nunca será”.
Aquí, en este abismo, el Cuervo Azul observa oculto en uno de mis universos, su sombra fusionada con la mía. Observar no es mirar ; es ser devorado por la verdad que yace en la oscuridad de otra vida una versión opuesta a su profesor Harrison más joven quien vive: En un mundo donde los héroes y villanos con poderes extraordinarios son ficción o mitos, una realidad donde los dioses han muerto, son solo un cuento de fantasía para crédulos ignorantes.
Donde los hombres son los verdaderos monstruos y la justicia está ausente. Un lugar donde los héroes son individuos ordinarios, desterrados en el olvido. Escucha como este hombre relata el comienzo de su caos.
Mí amigo Grolyx Daikki observa a este hombre Lucas Tomás Harrison lo que narra ahora: — Yo Lucas Tomás Harrison creí qué este sería un día normal pero todo cambio el 21 de diciembre de 2024.
El mundo se apagó con la lluvia de meteoritos. La energía electromagnética borró la realidad. En la oscuridad, mi consultorio en la ciudad de Rauch se convirtió en un refugio temporal, hasta que ella llegó.
“Angélica Emma Sayen de 15 años, ojos que escondían secretos más viejos que el sol. Hablaba de realidades rotas y de ser perseguida por una versión más adulta de sí misma.”
— “Soy la guerrera que no debió existir,” susurró. El aire vibraba con su miedo y mi papel como psicólogo dejó de ser meramente escuchar. Ahora, debía enfrentar lo inexplicable, protegerla de la verdad que se deslizaba entre las sombras y la energía residual que aún resonaba en la oscuridad.