A través de los eones, aún puedo recordar aquellos momentos en los que La red Etheralis se tejía con la luz de la nostalgia y la tragedia.
El Regente Índigo, conocido como Etherin Seraphim K4-L, en aquellos días conversaba con el venerable oso samurái Anthariano Grolyx Daikki Miyamori.
Los recuerdos del pasado se entrelazan con el presente en un susurro eterno.
—Grolyx, aquellos días fueron llenos de sombras y destellos de esperanza. Trevor Zion Blackwood, el niño que el destino marcó con el alias de Sunray Pharón Ra, empezó su vida como un huérfano en las callejuelas de N’ Cypher. La guerra entre los Nebuloth y los Abyssion se había desatado, 37 años antes de su llegada al mundo.
—El conflicto era feroz. Los Nebuloth, fervientes adoradores del cosmos, chocaban con los Abyssion, quienes veneraban la ciencia sobre todas las cosas. En medio de este caos, la madre de Trevor, Nia Echo Kadeem, una joven mujer afroamericana de 21 años infiltrada de la facción de Los Abyssion, se enamoró de un Nebuloth, Orion Callisto Blackwood sargento del ejército imperial de los Nebuloth. Este amor prohibido llevó a eventos trágicos.
—La guerra arrasó con todo a su paso. Cuando Trevor tenía apenas dos años, sus padres fueron acusados de traición por el Triunvirato de los Ministros de Centurys. Los Nebuloth ejecutaron a ambos, dejándolo huérfano y desamparado.
—Pero dime,- Grolyx Daikki le pregunta al Regente Índigo, ¿Cómo encuadra la mujer a la que llamas ” Lady Rush” Zuri Nova Steele en la vida del niño a los ocho años? ¿Qué papel juega en este drama cósmico?.
—Grolyx Daikki Miyamori, felicidades por llegar hasta aquí —dijo Seraphim K4-L con seriedad —. Pero recuerda, esta historia recién comienza.
Trevor Zión Blackwood y Lucas Tomás Harrison tienen mucho por delante. Debes estar atento si quieres salvar a ambos, encontrar al Cuervo Azul y asegurar el futuro de los custodios índigo en el multiverso de cristal.
Grolyx Daiki Miyamori, sentado en el limbo Nexus de la red Etheralis, escuchó con intensidad. Su mirada a Seraphine reflejaba la preocupación y la determinación que sentía por la misión.