El origen de los Metacrónicos : El Despertar de Trevor [ Capitulo 1 : Quinta Parte ]

La ciudad se deshace bajo el peso de la ceniza. Los restos del viejo Empire State se yerguen como un gigante moribundo, testigo mudo del colapso de N’Cypher. En la zona roja conocida ahora como Órbita Null, todo huele a muerte, a desesperanza.

Entre los escombros, criaturas púrpuras, viscosas como el néctar espeso de un árbol venenoso, se arrastran, devorando cada resquicio de vida.

Los Viper Tech rugen, sus cuerpos deformados se contorsionan mientras la tierra misma parece temblar con la furia de su existencia.

Entre los intrincados callejones en cercanías de lo que fue un edificio destrozado de otra época, el aire huele a metal oxidado, a la atmósfera pesada de un lugar donde la luz nunca llega. La oscuridad se traga todo, incluso las sombras.

Patrullan sigilosamente la zona marginal del Barrio Órbita Null, mientras los simbiotes están ocupando devorando almas , dos figuras un joven afrolatino boricua estadounidense y un ser interdimensional provistos de trajes tecnológicos antiguos modificados de antes de la guerra con Los Nebulotoh.

El joven boricua, con su piel oscura y mirada fija, no pestañea mientras sus dedos recorren su brazalete geotérmico llamado Therma Track para ubicar a los simbiotes voraces.

Unos cristales holográficos de su visor de realidad aumentada denominado VIRAX-SYNC parpadean ante sus ojos, proyectando datos en tiempo, coordenadas para el joven Trevor Zion Blackwood, así puede localizar la colmena principal de estos parásitos simbiotes bio tecnologícos.

Al lado suyo, la imponente figura de un ser alienigena antropomórfico mutante un oso anthariano, de pelaje oscuro y mirada profunda, se mantiene en completo silencio.(la voz de la criatura antropomorfica en forma de oso se pausa, como que este ser evalúa la situación de forma fría y calculada con la paz mental de un guerrero del Bushido).

No hay sonido, ni rastro de duda en sus ojos. Parecen seres sacados de una época olvidada.

Dime, ¿Tienes un plan o te crees que esto es un chiste, bro? (El joven habla, su tono tiene la mezcla de la desconfianza y el cansancio de alguien que ya ha estado al borde, demasiado tiempo.)

El plan se cumple tal cual el Gran Regente Índigo lo predijo, muchacho. No te angusties, que todo tiene su momento y su razón en este mundo

¿En serio, viejo? (El joven da un paso atrás, sus ojos se fijan en la oscuridad que avanza hacia ellos, y un miedo sordo le retumba en el pecho.).

Me estás diciendo que confiemos en la visión de un dios Supremo “en su plan” mientras esos monstruos nos van a devorar, ¿Es un p*** chiste?.

Creedme, muchacho, la batalla no es solo contra lo que ves, sino contra lo que se oculta dentro de cada uno de nosotros. (El oso, como si fuera un noble de antaño, habla como si las palabras fueran lanzadas con la fuerza de un mandato real.).

La lucha que se avecina es más que un mero choque de fuerzas, es un enfrentamiento con el destino mismo.(El joven frunce el ceño, mientras la inquietud lo recorre).

Algo en esas palabras le cala hondo. Una sensación extraña, como si las palabras del oso fueran un presagio, un eco de algo más grande, algo que no puede comprender aún.

¿De qué hablas, dog? (Su voz se quiebra ligeramente, no sabe si está hablando del futuro que les espera o de la amenaza que está más cerca de lo que le gustaría.)

Tu padre lo sabía.

No el que crees, sino el que te dio la vida en el verdadero sentido. (El oso, sin mover un músculo, lanza estas palabras como si fueran cuchillos. La mirada del joven se fija en él, pero algo en su interior le dice que no debería haber oído eso.)

El aire se vuelve espeso, como si el mismo tiempo hubiera hecho una pausa.

Los ojos del joven se abren con incredulidad, su cuerpo empieza a temblar, pero no de frío. De algo mucho más profundo. ¿Qué carajo significa eso? ¿Mi p *** verdadero padre?

Coño… ¿ Pero que dices pendejo? ¿Qué es esa vaina y tiene que ver eso con todo lo pasa ahorita? (El joven no puede evitar la rabia, pero sabe que esas palabras calaron profundo.)

Lo que, os digo mi joven amigo es que el destino no es tan simple como un par de muertes. No es solo una batalla.

Es mucho más grande, chaval. (El oso no mueve ni un dedo, pero la gravedad de sus palabras parece envolverlo todo, como si los siglos de historia lo hubieran convertido en un ser casi intocable y el joven lo mira perplejo a sus ojos azules con centellas , tragando saliva).

Las palabras se le quedan atascadas en la garganta, pero la duda se siembra como una semilla venenosa.En el fondo sabe que algo más está en juego, algo mucho más grande que esta lucha.

Dime que estás jugando conmigo man, please. (Su voz ya no suena desafiante, sino agotada. Está claro que algo le está afectando mucho más que la simple amenaza que se aproxima.)

Bao Xu Jung él ayudará, en la tormenta se que aproxima, y no hay tiempo para dudas, joven príncipe Trevor. (El oso, casi en un susurro, parece estar más allá del miedo).

Su voz resuena con una calma perturbadora, como si todo ya estuviera decidido, aunque la batalla aún no haya comenzado.

El joven siente el nudo en su estómago, un presagio de que lo que está por venir es mucho peor de lo que cualquiera podría imaginar.

La vibración en el aire, la oscuridad creciente, los monstruos púrpuras que ya se arrastran hacia ellos… Todo parece conectar en una gran tragedia cósmica, algo que no pueden evitar, algo que es inevitable.

A lo lejos, los Viper Tech se mueven en la penumbra, sus siluetas borrosas, como espectros en la noche.

Algo está por desatarse, pero no es solo una guerra física.

Es algo mucho más oscuro, mucho más cercano. La pregunta es si el joven estará listo para enfrentar lo que realmente está por llegar, o si las palabras del oso lo alcanzarán antes que él mismo.

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