Soy Lucas Tomás Harrison tengo 35 años, psicólogo en el hospital de la ciudad de Rauch Provincia de Buenos Aires (Argentina) y con un consultorio particular en casa. La tarde del 21 de diciembre de 2024 empezó como cualquier otra. Salí de mi consultorio en el hospital en área de salud mental, contento por el fin de una jornada, y decidí caminar un poco por el pueblo.
Pero esa tarde fue diferente.Mientras cruzaba la calle principal, vi algo que me dejó paralizado. Estrellas fugaces, o tal vez meteoritos, cayeron sobre Rauch. No eran fenómenos normales; su caída parecía distorsionada y caótica. Los artefactos eléctricos comenzaron a fallar, luces parpadeaban y televisores se apagaban sin razón aparente.
Era como si una fuerza invisible hubiera sacudido el pueblo.Lo más perturbador fue que, durante ese evento, varias personas desaparecieron. La policía aún no ha podido investigar a fondo, y el misterio sigue sin resolverse.
Este hecho me inquietó profundamente, especialmente porque las desapariciones ocurrieron justo cuando los fenómenos electromagnéticos comenzaron.
El 23 de diciembre, me reuní con mi de toda la vida, Isidoro Aníbal Leiva, quien es mecánico y trabaja a la vuelta de mi casa.Siempre me ha ayudado con mi Cadillac del año 58, un auto que tiene un valor sentimental inmenso para mí.
Este Cadillac, originalmente un regalo de un brigadier del MI6 o SIS (Servicio del Inteligencia Británico) a mi bisabuelo durante la II Guerra Mundial, pasó luego a mi abuelo y finalmente a mí. Valoro este coche no solo por su historia, sino porque me conecta con mis raíces familiares y el sacrificio de mis antepasados.
En nuestro café habitual, le conté a Isidoro sobre las estrellas fugaces y los sucesos extraños que comenzaron desde entonces.También le hablé de Angélica Emma Sayen, la joven que apareció en mi consultorio este día 23, afirmando ser de otra realidad y teniendo una historia tan extravagante que parecía salida de una novela de ciencia ficción.
Desde aquel fenómeno, he comenzado a percibir presencias extrañas y me pregunto si todo lo que veo y siento es realmente lo que parece ser.
Como psicólogo, psiquiatra y hombre de ciencia básicamente Agnóstico reflexiono desde una perspectiva freudiana y jungiana: ¿Son estos sucesos una casualidad o una causalidad que escapa a mi comprensión humana?.
En mi mente, busco un significado más profundo, cuestionando si estos eventos reflejan una realidad oculta o si están desafiando los límites de mi entendimiento psicológico.
Hoy, 7 de abril de 2027, siento que mi vida está en peligro. Todo lo que estoy viviendo parece fuera de lo común, y tengo miedo de lo que pueda pasarme. Por eso, estoy grabando este testimonio en mi teléfono y lo estoy guardando en un pendrive.
He bajado toda esta bitácora a mi Notebook Mac 16′ como prueba de lo que está ocurriendo. Si alguien encuentra este dispositivo en el futuro, sabrá toda la verdad sobre lo que está pasando. El responsable de todo esto, según la información que he recopilado y las visiones que he tenido, es un ser conocido como el Regente Índigo.
Creo que este ser es lo que muchas culturas llaman Dios, Yah, Alá, Buda y otros nombres que representan al Dios cristiano, musulmán y de diversas creencias.
Esta grabación es mi último intento por dejar constancia de los sucesos sobrenaturales que están invadiendo mi vida y de la amenaza que siento a cada momento.