Luego de hablar con el Guardia de Seguridad de la mañana Damián, Quimey va algo frustado a buscar pistas sobre quién puede saber lo que pasó a Teo luego de la primer hora con él profesor Harrison.
Desde la entrada principal se dirige hacia al sector de salas y aulas recorre el pasillo hasta ver una sala que dice preceptoria y al lado una oficina que en su puerta tiene una la placa que menciona la palabra “Dirección” llama a la puerta una secretaria lo atiende y da parte a la directora que luego lo hace pasar.
— Buen día. ¿Usted es el Sr. Guiyán? ¿Verdad? — Perdone, señora, pero mi apellido es N’Guillán. — Bueno, esa corrección no es relevante. Usted viene por algo importante, me dijo mi secretaria. Dígame: ¿Cómo puedo ayudar, Monsieur N’Guillán? Lo escucho. — Mire, señora… — Dígame, Licenciada Lemaire. — Licenciada Lemaire, vengo por mi sobrino Teodoro. Ayer fue agredido por sus compañeros al punto de dejarlo inconsciente. Encima, no llegó a casa y no recibió ningún tipo de atención médica.
Monsieur Guillan, nuestro colegio es sinónimo de excelencia y cuidamos lo mejor posible a nuestros estudiantes aquí en The Argentine School of Leaders, pero esto no es una guardería, es una institución de la más alta calidad. ¿No sé si lo nota? Y por favor, le pido que se calme si quiere que se lo ayude. – dijo la licenciada Marmoiselle Estelle Lemaire.
Quimey miró fijamente a la directora, su rostro crispado reflejaba una mezcla de incredulidad y molestia.― Señora, entiendo perfectamente la calidad de esta institución, pero últimamente las cosas no han estado funcionando como deberían.
La directora frunció el ceño, su tono ahora más firme.― Monsieur Guillan, su actitud no está siendo apropiada. Le pido que mantenga la compostura si desea resolver algún problema. Quimey apretó los puños, su paciencia alcanzando su límite.― Lo siento, pero la situación es inaceptable. Mi sobrino, Teo, ha desaparecido, y supongo que a los padres de este colegio de gente adinerada no les importará un carajo que haya desaparecido un estudiante, aunque sea de clase o condición humilde.
–Todo lo contrario, les importará muchísimo, y el prestigio de su dichoso colegio se verá altamente afectado si voy y comunico esto a los medios. ¿No le parece?
El ambiente tenso llenó la sala, cada palabra pronunciada añadiendo más peso a la creciente confrontación entre ambos.