Episodio1: El presagio — Parte 6

Ya a unos metros de la camioneta siniestrada un agente de policía lo para para que no siga avanzando y la poca tranquilidad que aún tenía se les esfuma al ver un cuerpo aplastado entre los fierros de una camioneta, observa un collar que le parece muy familiar, se trata de un cuervo tallado en madera que usaban en la tribu Günün a künä de la cual pertenece.


Alertado por el hallazgo Chiwchi sigue investigando, presta más atención a los detalles de la camioneta y se da cuenta de que pertenece a Tahiel, de quien hace unos años era su vecino, por lo que decide llamar al gran Toki para transmitirle la noticia.   


Conmocionado al ver que unos de los fallecidos puede ser su amigo Tahiel y al comfirmar que Millaray efectivamente la madre Teodoro Aukan N’ Guillan era una de las victímas fatales del siniestro choque viál en cadena llama a la Hacienda de Don Alvaro Estanislao Castillo del Soler para informar a Eluney su padrino y guía espiritual.

Chiwchi entre lagrima con profuso llanto se comunica con Eluney quién recibe un telefono inalambrico de la mano de Juan Rigolini capataz y amigo de Tahiel . Eluney atiende el llamado ante un euforíco Chiwchi que le dice lo siguiente: “Gran Toki, ¡Soy Chiwchi! , ¡Chiwchi!. Eluney:¿Cómo andas mi hijo? ¿En que te puedo ayudar?” sorprendido por la llamada.” Chiwchi: “Tengo que anunciar un hecho lamentable…” Eluney: “Habla ,¡Con confianza mi hijo!”, “Es por su hijo gran Toki ” exclama Chiwchi con la voz entrecorta.“Dime Chiwchi la verdad ¿Se trata de Tahiel y su esposa?”, dice Eluney con la voz quebrantada. 

Chiwchi : “Así es… su hijo desparecio no rastro de él y su nuera la Millaray ha muerto en un accidente en la ruta 22, vi en su camioneta Amarok gris destrozada y en llamas que apagaban los bomberos, llegando a Cipolletti. La noticia escuche en mi estación de radio fm favorita de chocaron varios vehiculos en cadena entre ellos un colectivo de larga distancia por causa desconocidas, algunos dice que la luz de un bolido de fuego que vino desde el cielo y aparentemente se estrello en las montañas fué el causante de la tragedia mi Toki”.

“¡Ay, madre tierra! ¡Qué me lleve el alma! ¡Ya no quiero vivir más! Solo viviré por mi pequeño Teo que es la semilla que ha dejado mi amado hijo Tahiel”, rompe en llanto Eluney.


Entonces, Eluney luego de recuperar los cuerpos de su nuera y un amuleto protector de su hijo Tahiel les su último adiós realizando el ritual del descanso, tal como lo hacían desde el inicio los Alwe sacrificando un Kare-Kare para que los Pullu de Tahiel y Millaray reposen en el árbol de los ancestros. En la despedida ritual estaban Don Alvaro padrino del huerfano Teodoro, su tío Quimey quién alzaba en brazos al hijo de su supuesto difunto hermano mayor, Chiwchi con su novia Ramona, Juan Rigolini capataz de la hacienda donde trabaja Tahiel como mecánico y su esposa como cocinera junto con la pequeña comunidad mapuche de Añelo en aquellos días.


Al cuidado de Eluney el pequeño Teo crece en la toldería hasta convertirse en un joven fuerte y muy listo. Con el tiempo Teo, como es el mejor de su clase gracias a la ayuda de su padrino Don Alvaró y recibe una beca de una Corporación filantropa llamada Novax para estudiar en Buenos Aires en prestigioso colegio privado Mutilingüe. ¡Por fín sus esfuerzos dieron fruto! 


El espera con ansias viajar a Buenos Aires así porque avanzaría un paso hacia la concreción de sus sueños y podría volver a reunirse con su tío Quimey que le contó maravillas de la ciudad y que hace 13 años que no lo ve personalmente.

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