Juán: ¡Tahiel! ¡Estamos en problemas! el camión no anda y hay que solucionarlo rápido antes de que el patrón se entere porque sinó alguien va a caer no se si yo o vos, solo confío en vos para salir de esta.”, entonces Tahiel con la preocupacíon por el hecho de que su patrón los reprenda severamente le responde a su compañero y amigo :
Lo siento mi amigo pero de este quilombito con el camión del patrón , ¡No zafamos ni ahi ché!
Tahiel le pide a Juán que le explique que sucedio con el vehiculo de transporte y le dice: ¿Qué fue lo que pasó? , escucha Juan voy a ir al taller a buscar unas herramientas y vemos sí lo resolvemos lo antes posible para que no se entere Don Alvaro ¿Esta bien compañero?.
Juan le responde: ¡ Imposible mi Tahiel!, el patrón llega con una comitiva de hacendados muy importantes de la región para hacer negocios y en una llega a la estancia.
Tahiel: ¡Qué mala súerte Juan! seguro que tiene que ser el tál Lito el nuevo peón, ese tipo no me genera confianza, siempre muy cerca de su pa-tron-ci-to que-ri-do alcahueteando cada cosa que hacemos, como si ganara algo! . Juan responde:
¿Vos sabés, que no fué él! ¡Lito está en Añelo! se fue ayer al pueblo y hoy estaría volviendo, y para cuando volví con el camión ya se había ido. Tahiel intranquilo le pregunta a Juan :¿Bueno entonces qué hacemos?”
Tahiel: Y… te diría que lo mejor es ir a Cipolletti a buscar los repuestos, ahí te dejo algo de plata de la caja chica, necesito un cableado del Mercedes 1114 y si no conseguis andá a la ferretería y tráeme un rollo de cable que algo vamos a inventar. Juan asiente con los gestos de su rostro y escucha a Tahiel mientras este le instrucciones precisas de los materiales y herramientas que necesita para reparar la parte eléctrica del motor del vehículo.
Tahiel entendiendo la urgencia del asunto se dispone y sabiendo que en Añelo no hay lo que necesita para reparar el viejo camión decide prepararse para un viaje a Cipolletti(Provincia de Neuquén en la patagonia del sur de la República Argentina) la localidad más cerca y se va a su casa cerca de la toldería donde vive su padre Eluney y llama a su mujer quién tiene a su amamantando aunque ya es un niño de más 3 años, para avisar su familia que debe partir para Cipolletti de que se tiene que ir, Millaray decide acompañarlo porque aprovecha el viaje para ir a comprar los hilos que ella sola sabe específicamente cuál elegir y que necesita para terminar unas prendas que está confeccionando, quedando Teo al cuidado de su abuelo Eluney.